Del 15 de septiembre al 15 de octubre celebramos en los Estados Unidos el Mes de la Herencia Hispana para remarcar los logros, aportes y contribuciones de nuestras culturas a este país.
En 2016, el Presidente Barack Obama declaró:
“Los estadounidenses hispanos han tenido un impacto en nuestra historia y han ayudado a dirigir un progreso arduamente ganado para todo nuestro pueblo. Ellos son los escritores, cantantes y músicos que enriquecen nuestras artes y humanidades; los empresarios innovadores que dirigen nuestra economía. Ellos son los científicos e ingenieros revolucionando nuestra forma de vida y haciendo descubrimientos sin precedentes; los defensores liderando el camino para el cambio social y político. Ellos son los hombres y mujeres valientes en uniforme que se comprometen a defender nuestros ideales más apreciados en nuestro país y en el extranjero.”
Escucha La Ley 101.1 FM donde escucharas mas datos e informacion sobre el mes de la Hispanidad presentado por Carolina Honda dealers.
INICIOS
En 1968, el Presidente Lyndon B. Johnson proclamó la primera Semana Nacional de la Herencia Hispana, que incluía el 15 de septiembre – fecha en que se celebran las independencias de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua – y 16 de septiembre y 18 de septiembre – fechas en que México y Chile celebran su independencia.
En 1974 el Presidente Gerald R. Ford emitió una proclamación que instaba a las escuelas y organizaciones de derechos humanos a participar de lleno en los eventos.
En 1988, 20 años después, el Presidente Ronald Reagan y el Congreso aprobaron la Ley 100-402 para extender la celebración de una semana a 31 días para seguir resaltando la cultura y tradiciones de los residentes del país con raíces en España, México y los paises de habla hispana en Centro, Sudamerica y el Caribe.
DATOS
En 2016 los hispanos ya representaban el 17% de la población total de los Estados Unidos, lo que quiere decir que en el país radican más de 55.2 millones de personas de origen latino. De estos, el 63% son mexicanos, 10% puertorriqueños, 3.8% salvadoreños, 3.7% cubanos, 3% dominicanos, 2.3% guatemaltecos y el 14% restante proviene de España u otros países de América Latina. Se estima que para 2060 la población hispana representará en 28.6% del total de la población del país.
LATINOS MAS INFLUYENTES EN LOS ESTADOS UNIDOS
CRISTINA SARALEGUI
Cuando los fans se encuentran con Cristina Saralegui, la vivaz y a veces procaz animadora del semanal Show de Cristina, le piden abrazos en vez de autógrafos. Su público la quiere por su mezcla de glamour, humor y lo cursi, aunque a veces su inclinación hacia lo provocativo ha causado asombro. En pantalla ha revelado sus cirugías plásticas, ha mostrado cómo usar un condón, se ha quejado de su menopausia, y ha “casado” a parejas gay. Este último evento provocó amenazas de bomba y reunió a 1,500 manifestantes en su estudio de Miami. “Me he metido en muchos problemas en mi vida por ser brutalmente honesta”, dice Saralegui. “Hay veces que meto no una, sino las dos patas, pero como Elton John, ‘Sigo en pie.'”
Pero le va mejor que eso. Saralegui, que llegó de Cuba a los 12 años, ahora dirige un imperio. Como Oprah Winfrey, a quien a menudo se le compara, Saralegui, se ha convertido en una marca que incluye Cristina La Revista, la cual fundó en 1991; su show de charla que ha ganado 11 Emmys y tiene 100 millones de televidentes en el mundo; un estudio de televisión en Miami; Casa Cristina, una línea de muebles; una próxima línea de moda; y una creciente carrera artística que incluye una presentación en el show de George López en la cadena ABC. Su sitio Web bilingüe recibe 50 mil pinchazos al día. Su libro ¡Cristina! Confidencias de una rubia, se publica en inglés y en español. Y tiene una fundación, Arriba la Vida / Up with Life, que educa a los hispanos sobre el VIH. “Los jóvenes pueden hacer dieta, o dejar de fumar, pero nunca dejarán el sexo”, asegura Saralegui.
GEORGE LOPEZ
“Desi Arnaz, Freddie Prinze y yo”, dice George López, “pertenecemos a un club que sólo tiene tres miembros”. Suena arrogante, pero es cierto. Desde 1951 y hasta la fecha, los tres comediantes han interpretado roles principales en las únicas series televisivas en cadenas americanas cuyos protagonistas son hispanos.
Y “El Show de George López” es una historia de éxito sobre la base de una tragedia. López fue abandonado por sus padres cuando era niño y creció al cuidado de su abuela, de quien el propio comediante cuenta que era despreciable e incapaz de mostrar afecto. Aún así, López le da crédito a las experiencias de estos primeros años como la inspiración para sus muchas veces controversial sentido del humor. “Cuando se crece dentro del seno de una familia comprensiva”, dice, “uno hace comedia de las observaciones cotidianas: la lavandería, los aviones y la relaciones. Cuando se crece renegado emocionalmente, se llega a un tipo de comedia mucho más profunda”.
El programa en la cadena ABC nunca ha sido un éxito rotundo pero se ha mantenido de manera sólida en pantalla desde su debut en el 2002, compitiendo con un fenómeno como American Idol. Aún recuperándose de un transplante de riñón, López se ha asegurado de que su equipo de trabajo emplee Latinos y miembros de otras minorías. “Entrar a nuestro plató es como ir a Costco”, dice. El comediante aspira a que los jóvenes latinos que siguen su programa, vean -como él lo hizo con Prinze padre cuando hacía Chico and the Man- que ellos también pueden tener “metas, no sólo sueños. Lo que es un sueño para un niño mexicano, para los niños anglos es una meta”
JENNIFER LOPEZ
Aún si sólo contaran sus actuaciones en Selena y Out of Sight(y se le absolviera de sus “contribuciones” a Anaconda y Gigli), Jennifer López no pertenecería realmente a la lista de las mejores actrices de América. Pero el lugar de J. Lo en la lista de los hispanos más influyentes es más que obvia. ¿Por qué? Pues porque hace más o menos una década era solamente una bailarina de coro en un programa de comedia de segunda en la televisión y hoy es conocida por las dos sílabas de su nombre. Una menos que Madonna y, por supuesto, López debe estar contándolas.
La ambición es el motor de Estados Unidos y lo que mueve a los hispanos a venir aquí. Nacida en el Bronx, hija de inmigrantes puertorriqueños, López, de 36 años, posee las ganas de los que vienen de afuera y el conocimiento de las infinitas posibilidades de los de adentro. En otras palabras, ella trabaja duro y sueña en grande. En el 2001 se convirtió en la primera actriz en tener, en la misma semana, una película (The Wedding Planner) y un disco (J. Lo) en el tope de las listas de venta. Hoy en día posee líneas de ropa (JLO by Jennifer López y Sweetface) y fragancias (Glow, Still), lo que le reportó un total de más de $300 millones en ganancias en el 2004. Según la revista Fortune, esto la convirtió en la decimonovena persona más rica menor de 40 años.
Pero su vocación para el estatus de icono no siempre ha estado a su favor. Sus opciones cinematográficas no son siempre las mejores y su ramillete de novios (P. Diddy), esposos (¿se acuerdan de Cris Judd?) y casi esposos (Ben Affleck) han hecho de ella un foco para los más diversos chistes. Pero se dice que López es famosa por el humor con el que asume la discusión pública de sus curvas. (Una vez describió su propio trasero como “un par de papas en pinchos.”) Y es que López habla de su cuerpo como un legado cultural y uno del que esté muy orgullosa.
JORGE RAMOS
A los 24 años y como reportero en Ciudad de México, Jorge Ramos se sentía ahogado por algo más que la notoria contaminación de la capital mexicana. Cansado de la censura impuesta por el partido en el poder, el PRI, Ramos se marchó a Los Ángeles en 1983 y en sólo tres años se estableció como copresentador de noticias de Univisión, la cadena hispana más grande de Estados Unidos. Ganador de un premio Emmy y combinando su imagen y elocuencia con su tenacidad e inteligencia, Ramos, fue una vez aporreado por un guardaespaldas de Fidel Castro por preguntarle al comandante si alguna vez habría elecciones democráticas en Cuba. Todo presidente, después de George H.W. Bush se ha asegurado de ser entrevistado por Ramos, cuya cadena es, en estos momentos, es la quinta más grande en Estados Unidos y cuyos noticieros nocturnos son vistos por seis veces más latinos que cualquier cadena de habla inglesa.
Un firme creyente de que la identidad hispana esté “intrínsecamente ligada” al español, Ramos critica a aquellos que consideran que cadenas como Univisión hacen un gueto de esa comunidad. “Este es el único país que conozco”, dice, “donde la gente cree que hablar un sólo idioma es mejor que hablar dos”. Pero Ramos siente la responsabilidad de ser más que una voz en la televisión. Basado en Miami, el periodista escribe columnas de opinión y ha publicado numerosos libros en los que trata temas como la inmigración, la latinización de la cultura estadounidense y lo que él ve como una falta de confianza entre los países de América Latina y Estados Unidos.
SALMA HAYEK
Cuando se tiene un cuerpo con curvas más peligrosas que una pista de carreras y una cara que puede detener el tráfico, se aprende a adorar la mirada pública. Pero Salma Hayek nunca ha estado satisfecha con sólo ser un imán del lente. Ella juega el juego del mundo del espectáculo como una profesional, venciendo los más grandes obstáculos. Tomemos por ejemplo su primer arribo en 1990, a los 23 años, a Estados Unidos; siendo ya una estrella en su país, México, tuvo que comenzar de cero en la industria del cine en Los Ángeles. Después que el director Robert Rodríguez la viera en televisión y la seleccionara para su película Desperado, de 1995, Hayek comenzó a conseguir papeles en películas como Fools Rush Iny Wild Wild West. Justo doce años después de su llegada, la actriz ha producido y protagonizado el proyecto de sus sueños, una biografía de la pintora mexicana Frida Kahlo, película que en la estaban interesadas por años muchas mujeres más famosas, ricas y altas, sin contar los ejecutivos que deseaban producirla. Pero un proyecto pasional es únicamente eso, algo quijotesco, al menos que produzca una ganancia considerable (como lo hizo Frida) y sea nominado para seis premios de la academia (y Frida se llevó dos). Luego vino la dirección. Maldonado Miracle, el otro proyecto de Hayek, que cuenta cómo una estatua sangrante cambia de ciudad, salió al aire en Showtime en el 2003. A este punto, la actriz hubiera podido sentarse al borde de su piscina a elegir guiones, invitaciones y regalos. Pero Hayek, de 38 años, sigue trabajando como el primer día. Se hizo cargo de Penélope Cruz, una potencial rival, cuando la actriz española llegó a Hollywood. Ha tratado de enviar más producciones fílmicas a México como una forma de reconstruir la industria fílmica de su país. Y esté trabajando en dos nuevas cintas norteamericanas y dos programas de televisión, además de escribir un guión para Jamie Foxx. Puede que a Hayek la hayan descubierto por su cuerpo, pero hoy en día es mejor conocida por su respetable trabajo.
ANTONIO VILLARAIGOSA
Dos semanas después de haber sido electo en mayo alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa viajó a Washington, donde el público hacía fila para aclamarlo como el nuevo abanderado del poder latino en el partido demócrata. Las expectativas eran grandes que su elección como el primer alcalde latino de Los Ángeles en más de 130 años, diera luz a una nueva era para los latinos, que históricamente han tenido poca representación en la política. Pero Villaraigosa pronto indicó que sus planes eran para más de un grupo étnico. En un almuerzo con 200 dirigentes latinos, entre éstos Anna Escobedo Cabral, tesorera de EE.UU. y Rubén Barrales, segundo asistente al presidente Bush, dijo que “La cuestión no es el poder latino. Es cómo construir una coalición”. Dos horas después, echó otro cubo de agua fría al declarar en una reunión de más de 1,000 activistas del partido demócrata que veía demasiadas caras blancas, y que si querían recuperar el poder de la nación tendrían que incluir a otras razas. Villaraigosa, de 52 años, representa un estilo de política que va más allá de la etnia y se concentra en construir alianzas. “Mi mensaje es unificador”, dice. “Estoy orgulloso de quien soy pero no lo ando pregonando”.